Bueno, el sábado fue un día genial, buen tiempo, un entorno de maravilla, nuevos conocimientos y experiencias y un grupo humano cálido y entregado, con ganas de compartir...no se podía pedir más.
Aprendimos la obtención del pigmento, desde la recolección de las hojas, pesado, lavado, macerado... hasta el primer color del líquido. Luego la preparación de la tina con el agregado justo del elemento químico necesario, pasando por la oxigenación...¡qué divertido, trasvasando como críos! Finalmente la dejamos reposar...¡sssshhhhh! manteniendo la temperatura adecuada.